Solo por su arranque, la historia reciente del Ganges desaparecido de Bernini recuerda la del Ecce Homo de Caravaggio expuesto ahora en el Museo del Prado: en 2021, iba a ser subastado por La Suite Subastas en Barcelona, por un valor estimado de 2.000 euros y bajo una adjudicación errónea -un Vulcano de escuela italiana, posiblemente florentina-, y expertos de Patrimonio Nacional detectaron el fallo. Análisis e investigaciones posteriores por parte de los profesionales de esa investigación validaron que había salido de las manos de Bernini y que perteneció a las Colecciones Reales: en 1668, un testimonio de Cosme de Médicis durante un viaje a España situaba la obra en la Galería del Cierzo del antiguo Alcázar de Madrid, en un despacho de Felipe IV; sabemos también que quedó afectada por el incendio de 1734 y que, atendiendo a inventarios, estuvo en Aranjuez y en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid.
En algún momento entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX desapareció del conjunto original del escultor napolitano, junto a las figuras del Nilo, el Danubio y el Río de la Plata -aún por encontrar- y entre nieblas había permanecido hasta hace cuatro años.
Desde esta semana, y sentencia judicial Bernini mediante, este trabajo puede verse reintegrado en su conjunto original, en la base de la maqueta de la Fuente romana de los Cuatro Ríos, en la Sala de Austrias de la Galería de las Colecciones Reales de Madrid. Contiene los rasgos de la producción del genio; según Virginia Albarrán, conservadora responsable de la colección de Escultura de Patrimonio Nacional, puede apreciarse en la potencia anatómica de la figura, su elegante movimiento y la extraordinaria expresividad del rostro. Iconográficamente, el Ganges portaba un remo que simbolizaba la navegabilidad del río, del cual solo se ha conservado la parte superior.
Antes de incorporarse a la pieza, mediante un mecanismo con anclajes sobre las pletinas originales, y aunque se encontraba en buen estado, el Ganges fue sometido a una limpieza superficial y se le retiraron algunos añadidos modernos, como una base de madera que ocultaba su diseño original.

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